EOFF GOODFELLOW es un emprendedor de Silicon Valley que un día dió con una idea por la que finalmente se pagó por ella 612.5 millones de dolares. Pero él nunca verá ni un euro por ella. Esta es una de las historias extrañas sobre la innovación y el dinero en el mundo de tecnología. Cuando a Goodfellow se le ocurrió en 1982, que podrían enviar correos electrónicos de forma inalámbrica, sin hilos mediante un dispositivo portátil como la blackberry. Sólo que entonces, no existía la blackberry: su visión estaba centrada en buscapersonas. Tarde o temprano conseguiría el apoyo financiero para comenzar el servicio de un correo electrónico inalámbrico a principios de los años 90, pero esto falló. En 1998, él se trasladó a Praga. Mientras estaba allí, llegó la Blackberry. El creyó que todos habían olvidado que él había sido en un principio quién ideó el correo electrónico inalámbrico.Casi todos, excepto James H. Wallace junior, un abogado de Washington para una de las empresas involucradas en la discusión acerca de la creación de Goodfellow. El juicio desemboco en que este señor nunca jamas volvera a crear nada sin patentarlo.
... está claro que hay que ser abogado...
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